La sequedad bucal, también conocida como xerostomía, es un problema común. No sólo es molesto, sino que puede provocar futuros problemas de salud bucodental.
Cuando tienes la boca seca, tu cuerpo produce menos saliva de lo normal. Esto hace que la boca se sienta seca y puede dificultar el sabor o la deglución de los alimentos.
La sequedad bucal puede deberse a muchas causas, como los medicamentos que reducen la producción de saliva, el estrés o la ansiedad, los problemas de sinusitis, la deshidratación, el consumo de cigarrillos o tabaco de mascar (o el uso de productos de tabaco sin humo), algunas enfermedades como el síndrome de Sjogren o el lupus eritematoso, o la radioterapia para el tratamiento del cáncer.
Si tienes la boca seca durante más de dos semanas y experimentas dolor al tragar o tienes dificultades para hablar con claridad, acude a tu dentista de inmediato porque pueden ser signos de cáncer en la boca o la garganta.
A corto plazo, la sequedad bucal o xerostomía puede provocar molestias y una mayor probabilidad de sufrir caries. A largo plazo, también puede provocar graves problemas de salud, como se ha descrito anteriormente. Como profesionales de la odontología, hacemos todo lo posible para prevenir estos efectos duraderos educando a nuestros pacientes sobre los peligros de la sequedad bucal y animándoles a tomar medidas.
Para un número cada vez mayor de personas, la idea de no poder disfrutar de la comida sin experimentar algunos síntomas bastante incómodos es inquietante. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve esforzarse tanto si no se puede disfrutar del resultado final? Por suerte, hay medidas que podemos tomar para evitar la sequedad bucal. Usar el hilo dental y cepillarse los dientes con regularidad, no beber demasiado café o alcohol y visitar al dentista según lo previsto pueden ser medidas preventivas para garantizar que no experimentemos este problema en el futuro.
Y si empezamos a experimentar los síntomas de la sequedad bucal, hay cosas que podemos hacer, como utilizar un sustituto de la saliva o masticar chicles sin azúcar: ¡nuestra salud bucal está en nuestras manos!